Declaración De La Presidencia De La EEOC Janet Dhillon Sobre El Mes LGBT 2020

Muchos de nuestros antepasados ​​que emigraron a Estados Unidos idealizaron este país antes de su llegada, y una vez que llegaron, a pesar de los desafíos y las dificultades, ellos y sus hijos se enamoraron aún más profundamente de los Estados Unidos. 

Pocas personas dejaron que ese amor fluyera más en su trabajo que Aaron Copland, nacido en Brooklyn en el comienzo del siglo XX, de padres inmigrantes lituanos judíos originalmente con el apellido de Kaplan. Al crecer en la Gran Manzana en una era deslumbrante y multi-creativa, se convirtió en un neoyorquino sofisticado. Fue influenciado por Igor Stravinsky y la dodecafonía, también conocido como serialismo de doce tonos, de Arnold Schoenberg. Estudió en París con Nadia Boulanger y otros. Estaba tan informado, culto y vanguardista como ellos.

Pero fue el llamado de la frontera y la gran inmensidad del oeste americano lo que realmente enamoró a Copland de su país, su herencia y sus posibilidades. Fue respirando el espíritu de los pioneros, y devolviéndole su aliento, que Aaron Copland se convirtió en el mejor compositor estadounidense, escribiendo obras maestras que pusieron el espíritu estadounidense en música como pocos podían hacerlo.

Escuche a Fanfare for the Common Man mientras piensa en cualquiera de sus héroes, ya sean presidentes o poetas, generales o soldados de infantería, padres o maestros, y usted y esos héroes serán levantados a un glorioso panteón espiritual en solo unos minutos.

Escuche a Lincoln Portrait en cualquier lugar, especialmente recomendado mientras conduce por Kentucky, Indiana o Illinois del señor Lincoln o frente al Memorial a Lincoln, y será elevado a la grandeza tan poderosamente como cuando escucha las palabras del Gran Emancipador.

Escuche a Appalachian Spring, preferiblemente en Appalachia durante la primavera, por supuesto, pero en cualquier lugar donde le conmuevan los impulsos creativos en cualquier estación, y se sentirá más primaveral y más estadounidense.

Todo este seminal estadounidense provino de un lituano-judío estadounidense que fue brevemente incluido en la lista negra en la era de McCarthy. En otras palabras, este hombre sabía lo que era ser tratado como un extraño. 

Y él era un extraño de otra manera también. Al igual que Walt Whitman, quien transmitió el americanismo en su poesía como Copland en música, Aaron era gay. Él nunca "salió", pero tampoco trató particularmente de esconderse en el closet. Esto, por supuesto, debería ser la opción de todo estadounidense homosexual. Algunos miembros de la comunidad LGBT quieren ser abiertamente homosexuales y activos en el movimiento LGBT. Otros simplemente quieren ser lo que son y vivir como lo deseen. y aman a quienes aman y que no se les maltrate por eso.

La EEOC se dedica a proteger los derechos de los empleados para ser juzgados solo por sus talentos y logros. Como la discriminación y la injusticia son cacofonías, la igualdad y la justicia son música hermosa, tal como Aaron Copland hizo toda su vida. Nosotros en la EEOC tenemos el privilegio de unirnos a esa sinfonía todos los días.