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Un Mensaje de la Presidenta en Funciones Victoria A. Lipnic

Marzo 2018

Mes de la Historia de la Mujer, marzo de 2018

En algún momento de la década de 1830 en la Costa Este de Maryland, un dueño de esclavos le arrojó un objeto pesado de metal a uno de ellos, con tan mala puntería que el objeto cayó sobre una esclava. Se trataba de una joven muchacha de nombre Araminta "Minty" Ross.

La herida que le causó le ocasionó a Minty una serie de convulsiones, dolores de cabeza y alucinaciones que continuaron durante toda su vida. Pero eso no la detuvo. Minty Ross, que luego sería conocida como Harriet Tubman, le enseñaría al mundo el mismísimo rostro del coraje. A los 27 años, desafiando las amenazas que tendría que afrontar como esclava fugitiva, se escapó en plena noche rumbo a Filadelfia, en busca de la libertad.

Así comenzaba el heroico camino de Harriet Tubman. Contrariando su propio instinto de supervivencia, volvió a Maryland para guiar a los demás esclavos en el camino de la libertad. Primero, lo hizo con su propia familia y luego, con el resto. Una y otra vez viajó a territorios esclavistas para dirigir a grupos cada vez más grandes de descendientes afroamericanos.

En las crónicas de la red antiesclavista "ferrocarril subterráneo", Tubman aparece no solo como una de las líderes principales, sino también como una pionera. Tanto es así que sus admiradores le dieron un nuevo apodo: General Moses. Harriet hizo 13 viajes increíbles para rescatar a unas 70 personas y enviarlas a la "Tierra Prometida", sin perder ni un solo "pasajero". Da escalofríos pensar en lo que podría haberle pasado si la hubieran atrapado. Pero el peligro nunca fue un obstáculo para ella, que no se detenía ante nada. Ella siguió adelante.

Durante la guerra civil estadounidense, "General Moses" estuvo a la altura de su apodo: sirvió al ejército de la Unión y a su causa en misiones de reconocimiento, como espía, en tareas de reclutamiento, como enfermera e incluso como soldado. En 1863, se convirtió en la primera mujer en dirigir una expedición armada en la guerra civil y liberar a más de 700 esclavos.

Si bien sus esfuerzos por liberar esclavos son legendarios, no sucede lo mismo con su lucha por los derechos de las mujeres. Al terminar la guerra, entre otras cosas, trabajó para impulsar la causa, especialmente el derecho al voto. Cuando le preguntaron si realmente creía en el sufragio femenino, Tubman respondió: "He sufrido lo suficiente como para creer en él". Más allá del juego de palabras en inglés, Tubman trabajó junto a líderes feministas, como Susan B. Anthony para lograr que los Estados Unidos se acercaran un poco más a sus ideales.

Para nosotros lo más importante son los derechos humanos. Una mujer con la valentía prodigiosa y el corazón enorme de Harriet Tubman, lo entendía del mismo modo. El proyecto de Historia Nacional de las Mujeres les rinde homenaje a mujeres como ella, en su propio tiempo. Con solo echar un vistazo a los reconocimientos de ese año se puede ver el alcance de la lucha de estas mujeres valientes por lograr mayor justicia en tantos aspectos de la vida.

Marzo es el Mes de la Historia de la Mujer y una excelente manera de celebrarlo es visitar el nuevo Centro Harriet Tubman de Visitantes del Parque Estatal "Underground Railroad" en el Condado de Dorchester, Maryland (cerca de la Oficina de Campo de Baltimore de la EEOC), en la ciudad que vio crecer a Tubman. Allí podrá aprender o recordar cómo fue que Harriet Tubman se convirtió en una libertadora de personas esclavizadas. Como parte de nuestro reconocimiento del Mes de la Historia Negra, la semana pasada en la sede de la EEOC, pudimos escuchar una presentación de Deanna Mitchell, la primera superintendenta de este nuevo sitio que forma parte del Servicio de Parques Nacionales.

Una de las tácticas más prácticas y poéticas de la "General Moses" era seguir a la Estrella del Norte. La leyenda dice que quien la siga, finalmente, encontrará la libertad.

Así como la Estrella del Norte sigue utilizándose como medio de orientación para la navegación, también sigue habiendo muchos problemas por resolver: la discriminación laboral y los prejuicios que esta esconde están en todas partes. Hay muchos desafíos para la libertad y la dignidad humana. Por ejemplo, algo que nos resulta sumamente irritante en este momento es la atrocidad del acoso sexual, que, aunque parece increíble, continúa presente con la misma obstinación y repugnancia de siempre. Ante esta escalada de violencia, nosotros le damos pelea con nuestra propia fuerza de obstinación.

La Estrella del Norte, tanto en la EEOC como en los Estados Unidos, es la luz que guía nuestros corazones y nuestras conciencias para ayudar a otros en su propio camino hacia la libertad, la igualdad de oportunidades y la justicia.